miércoles, 9 de marzo de 2011

Crónica de un comisario de arte 2.0 en DEARTE. Día 1

Lo prometido es deuda, y por ese motivo os voy a narrar mi experiencia en la X Feria DeArte. 

Día 1: El Montaje

17 de Febrero de 2011

Después de varios meses de gestión con instituciones tanto públicas como privadas, y artistas individuales, por fin pude materializar tanto trabajo y esfuerzo. Y mucho más, pude demostrar cómo se pueden unir arte y las nuevas tecnologías de la información, como son las redes sociales profesionales, ya que a la feria asistieron artistas que gestioné desde Linkedin y Facebook mayormente, al igual que asistieron potenciales compradores después de entablar contacto por estas vías. Y sin contar que tuve la oportunidad de conocer en persona a varios de los artistas y críticos con los que diariamente trato por medio de esas redes sociales.

A la Feria tuve que ir en el llamado "modo económico " (bonito eufemismo de "en plan pobre"), por lo que fui en autobús desde Sevilla a Madrid, vamos 6 horas de nada...las cuales intenté reflejar en tiempo real a través del Twitter y del Facebook, como ejercicio previo a esta crónica. 

Durante el viaje, mientras escuchaba música, ora de los 80 ora Heavy (así soy de esponja musical), pensaba en futuros proyectos, algunos hablados con ciertos artistas, y otros con galeristas o profesionales del arte. Y sobre todo en la feria a la que me dirigía.

Al llegar a Madrid, con los huesos algo descolocados, bajé al metro (previo paso casi obligado por el wc, tras las últimas 3 horas sin haber ido, ya que me niego a ir al del autobus, pues la puntería no es mi fuerte). En el trayecto corto del metro, tras unos twitter informando de mi avance en la aventura, también usé programas como Obliquo para localizar online dónde iría a comer, o las propias páginas amarillas online. Sí, mi estómago estaba deseando que encontrara un lugar idóneo. Aunque mi cabeza prefería una breve siesta reponedora. Intenté saciarlos a los dos. En 15 min.  ya estaba en la estación de metro "Estrecho" en Bravo Murillo,  a unos 5 min de mi hostal el cual a su vez estaba a 15 min. andando del Palacio de Congresos, donde se celebraría la X Feria DEARTE. Eso me permitió dormir más tiempo (al no tener que levantarme pronto para coger el metro), estirar las piernas, despejarme con el "fresquito" madrileño y ahorrar.

Tras dejar las maletas fui a comer a un "chino" que había en frente (he de decir que me encanta la comida oriental, sin importarme lo que se diga sobre ella). La comida fue breve, pues tenía que dormir algo, y ese "algo" fueron finalmente 30 min. después de los cuales salí corriendo hacía el palacio de congresos, que en efecto estaba a 15 min. 

Nada más llegar, a las 6 de la tarde, me sorprendió que hay arte por todos lados, hasta en los lugares más insospechados. Entré por la puerta principal, pero un guardia de seguridad muy amable me comentó que se entraba por detrás. Acto seguido, y después de mis "gracias", me preguntó:

- Tu ¿A qué te dedicas?

- Soy comisario de arte

- Y ¿Eso qué es?

- Vendo las obras de los artistas en galerías y las ferias de arte.

Tras quedarse un minuto pensativo me dijo:

- Pues yo soy artista y tengo mi propia galería de arte 

Me quedé boquiabierto, ya que tal vez por un prejuicio estúpido no podía imaginarme que aquel hombre de mediana edad, bajito y de rostro bonachón, vestido de uniforme, con su porra y todo, fuera artista y menos que tuviera una galería. No volveré a cometer el error de prejuzgar. Tras un minuto en silencio, tal vez el tiempo para que yo reaccionara, me sorprendió una vez más diciéndome:

- Lo que pasa es que no vendo nada, y quisiera que me ayudaras. Pero como ahora no tenemos tiempo y el sábado me toca vigilar la Feria, me paso y te comento.

Sorprendido. Esa fue la palabra. Y sorprendido me dirigí hacía la parte trasera.

Lo que vi al llegar me dejó asombrado: Era como en las películas del oeste en el que los peregrinos construyen su ciudad. Exactamente igual. Estaban construyendo una ciudad de la nada. Era genial. Todo el mundo nervioso, moviéndose de un lado a otro. Albañiles levantando muros blancos, virginales, gracias a los pintores de los llamados de "brocha gorda", con todo mi cariño pues mi padre era pintor de este tipo, y también tienen mucho arte. Los electricistas poniendo los focos colocados en rieles en el techo y a un metro de la obra, para que pudiera resaltarse la misma. Los artistas llevando bajo el brazo sus cuadros, los organizadores orientando, clavando clavos en los muros, poniendo cuadros y ayudando a mover las esculturas. Olor a pintura fresca, y al plástico que cubría todo el suelo para no mancharlo, y que daba la impresión que era el mar, pues con el aire provocado por las personas al pasar rápido se levantaba unos centímetros del suelo, pareciendo olas. 

Y yo parecía un fantasma, o Paco Martinez Soria cuando llega a la ciudad. Hasta que espabilé, busqué a Aurora, la coordinadora de DEARTE, y le dije sin más: 

- ¿Qué puedo hacer? 

- ¿Ayuda a Andrés a llevar una de sus esculturas?

- !Perfecto¡- Le respondí. 

Me presentó a Andrés. Un escultor muy simpático y dicharachero, al que acompañé a su furgoneta, junto a 2 operarios más, aparcada en la puerta del palacio. Pensaba, aun no sé porqué, que sería una escultura mediana. Hasta que vi la obra, medio torso de un hombre gigante, que ocupaba toda la furgoneta. Me tembló todo. Pero estaba motivado, así que entre los 4 la cogimos, y la llevamos "a pulso" (el mismo "pulso" que se me puso a cien por segundo debido al esfuerzo, ya que pesaba "un quintal"), hasta su pedestal que se encontraba en el patio trasero del Palacio. La escultura en sí, era de un hombre calvo, de inmaculada escayola blanca, que parecía que salía de su base. Era muy interesante, y durante la feria mucha gente me preguntó por ella, no sin que siempre me acordara de lo que costó ponerla en su sitio. Volviendo a la "colocación" de dicha escultura, cuando estábamos en la maniobra de ponerla (que era de extrema delicadeza para no romper los dedos de la misma los cuales encajaban al milímetro con el pedestal), con más pena que gloria, me suena el teléfono. Era mi querido Alfonso de la Vega, el pintor que representaba. Y cómo no quería dejarlo esperando, cogí el teléfono con una mano, mientras con la otra soportaba todo el peso que antes me repartía  entre las dos. Hablando fatigado, le indiqué por donde debería entrar.  Finalmente, después de casi pillarme la mano, la escultura más o menos se quedó fijada. Y me pude retirar jadeando, hasta el interior para recibir a Alfonso.

Cuando entré, Aurora me explicó cual sería mi "área" donde estarían "mis artistas", es decir Alfonso de la Vega, Casto Solano y Josep Cárceles (el cual lamentablemente no pudo asistir). Pero que además llevaría a todos los artistas de esa zona, como a Angela Teunissen y sus increíbles vídrios que representaban emociones humanas, o las geniales esculturas de Jesús Curiá donde el dinamismo y la inmovilidad se entremezclaban.

Cuando llegó Alfonso, ya hacía unos minutos que había oscurecido, y que había comenzado a llover. Aparcó en la puerta del jardín, y corriendo entre los dos llevamos al interior del recinto sus obras para que no se mojaran. 6 maravillosos lienzos repletos de color.  Los dejamos junto a su pared. Y al poco tiempo llegó el Vitoriano Casto Solano. Había aparcado en la misma puerta de entrada del Palacio, es decir dentro del jardín en la parte transitable por coches, pero que era una zona restringida, por lo que tuvimos que sacar sus esculturas rápidamente pues allí no se podía estar mucho tiempo. Y sacar dos esculturas de bronce de tamaño natural,  a "toda prisa", tiene su mérito. Así pudimos entrar en el palacio a "Justicia"  y a "Ondarroako Neskatilak", las que fueron el foco de atención durante toda la feria por su increíble realismo, y a las que pronto "bautizaron" como "la niña" y "la mujer" respectivamente.

Para Casto, además de su espacio, podía disponer de todo el vestíbulo de la Feria, por lo que mi "área" fue de la mejor situada, al estar como digo  en la entrada.

Mientras Alfonso y yo pensábamos dónde situar sus lienzos, para que fueran más atractivos, y dejaran "respiro visual", Casto veía dónde colocar sus obras, moviéndolas de aquí a allá, recolocando los focos, para ver la mejor iluminación sobre sus esculturas. 

El espacio de Alfonso también había crecido, pues pudo usar el de Josep Cárceles, que como he dicho no pudo venir. Así que comenzamos a nivelar, marcar y clavar clavos en los dos lienzo de pared, para poner los 6 cuadros que expondría. Para este trabajo tuve la gran ayuda de José Luis, de la Fundación de Medinaceli, y que desde entonces estuvimos juntos mucho tiempo, ayudándonos en lo que podíamos.

Y al cabo de poco tiempo, desde que comenzamos a poner las obras, apareció Miguel Tugores, director de la Fundación DEARTE, y responsable de la Feria. Tras presentarle a Alfonso y a Casto, se fue a organizar todo. Un trabajo realmente titánico, por lo que no me extraña que pareciera nervioso. Era difícil dar órdenes a todo el mundo, para que todo estuviera perfecto. Cambiar la posición de cuadros, comprobar que todas las obras habían llegado, y que todos los stand estaban según lo establecido. Coordinar a los albañiles, pintores y electricistas, y responder a las miles de preguntas que todos los comisarios teníamos sobre dónde poner las obras de nuestros artistas. Además, trabajó como el que más, siendo un hombre de una cierta edad, y de aspecto a priori frágil, se agachaba, cogía clavos y ponía cuadros, movía esculturas etc. vamos un ejemplo a seguir.

La "ciudad" que al principio describía, tomaba forma. Mi área se llenaba de esculturas y color. Conocí a otros artistas, a otros comisarios de arte, a mis compañeras de la Fundación que siendo "voluntarias" trabajaban duro como las que más, y que durante toda la feria estuvieron al pie del cañón recibiendo a las cientos de personas que vinieron.

Las obras de Alfonso ya estaban perfectamente alineadas y colocadas. Casto, aun no muy convencido, dejó posicionada sus esculturas. Los demás artistas de mi "área" dejaron ya puestas sus obras, y los que no pudieron venir, se las puse yo. 

Y después de colocar más cuadros en diferentes áreas de compañeros, en especial de la Fundación de Medinaceli junto a José Luis, me tuve que retirar, pues entre otras cosas ya eran las 11 de la noche, tenía que volver andando al hostal, y buscar donde fuera un lugar abierto para cenar, que lo mio me costó. 

Al llegar definitivamente al Hostal estaba literalmente "reventado", pero al mismo tiempo feliz por la increíble experiencia de aquel primer día de montaje. Al día siguiente sobre las 9 de la mañana debía volver para perfilar el montaje de mi "área", y prepararme para la inauguración que sería sobre las 11. 

Caí rendido en brazos de Morfeo, en su reino del sueño, satisfecho y contento. Había sido genial. 

10 comentarios:

  1. Una vez montada la Feria y el Stand da un gusto!!!
    Y el dia siguiente cuando parece que ayer no paso nada...
    Me encantan los montajes, de las mejores experiencias para dar en como son los artistas y lo que rodea a este mundo..
    el Backstage del arte,
    Al final tiene una recompensa sublime.

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  2. Yo también he participado en el montaje de muchas ferias -de otras cosas pero da lo mismo- y te comprendo perfectamente, es una paliza.

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  3. Duro y al mismo tiempo un placer ese trabajo, trabajar con arte es colgar con amor aquellos sentimientos que los demás plasman en un lienzo.
    Enhorabuena por ello. Un placer haber tenido la suerte de conocerte.

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  4. Hola Jose Antonio, no nos conocemos pero me ha conmovido tu crónica.

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  5. Si Marta, la verdad es que estar en el backstage del arte es de lo más interesante y estimulante.

    Carlos como lo sabes, jeje, es una paliza montarla pero para mi fue una paliza el día siguiente que no tuve otra ocurrencia que ponerme "zapatos" nuevos... llegué arrastrándome al hostal y casi llorando jejeje, pero eso será en el próximo episodio...

    Me ha encantado Higorca como has definido mi trabajo. Es un placer y al mismo tiempo un honor trabajar con artistas, sin yo serlo. Aprendes muchas cosas, y sobre todo de sentimientos. En tan sólo 3 días hice buenas amistades entre los artistas, y yo puse toda mi pasión real, sin condimentos para ayudarles en el difícil tramo de la venta, y a algunos en el desconsuelo del cierre de Feria "sin vender", que fue duro ver como muchas ilusiones se fueron apagando (al igual que la alegría al ver la felicidad cuando vendían). Pero eso también lo contaré en los siguientes episodios. Por supuesto es todo un honor leer que ha sido un placer conocerme, ya que el placer es todo mio al conocer personas como tu, Higorca.

    Jose Antonio Olmos, me alegro que te haya conmovido la crónica (el primer día, todavía faltan 3 y la vuelta jeje). No hace falta que nos conozcamos, ya por tus palabras sé como se dijo en Casablanca "Esto es el principio de una gran amistad".

    Un abrazo a todos.

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  6. Higorca, que bonito lo que has dicho.

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  7. Me ha encantado leerte. Un abrazo!

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  8. Haces bien en no prejuzgar,... hay quien se aprovecha de los que prejuzgan, soy uno de ellos, jejejejeje,...

    Mola que muestres los entresijos,... he pasado muchos años ayudando a otros artistas con mis conocimientos técnicos sobre materiales, estructuras, montajes,... serigrafiando su obra,... y es una pasada lo que se aprende estando de "incógnito" y muy divertido cuando descubren que eres también del gremio, impagable ver como se les rompe los esquemas a la gente, y aunque nunca he expuesto directamente (ni colectiva ni individualmente) tengo una experiencia dilatada como pintor (sobre todo muralista) e ilustrador, aunque realmente me tomo la vida como si acabase de empezar me ayuda a tener la mente abierta y a absorber conocimientos como una esponja (nunca se sabe suficiente), además es mas fácil relacionarse pues evitas que la gente se ponga a la defensiva.

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  9. A mi personalmente me encanta todos los entresijos de organizar exposiciones ,sobre todo cuando son colectivas .El nerviosismo, el cansancio que conforme va avanzando es más palpable, y luego el resultado con la satisfación del deber cumplido nos lo pasamos genial

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  10. muy buena descripción de tu trabajo en la feria, eres todo un currante!!
    saludos
    teresa

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