De 14:30 a 17:00 fueron las llamadas horas tranquilas. En ese horario, y durante todo lo que duró la X Feria DEARTE, se podía visitar sin agobios la exposición. Prácticamente no había nadie de 14:30 a 16:00, por no haber no estaban ni lo artistas... pero a partir de las 16:00 es cuando comenzaron a entrar de nuevo visitantes, aunque de una en una. También es cuando los propios artistas, algunos, volvieron. Y es cuando pudimos charlar un rato más amplio debido precisamente a que no teníamos que estar constantemente en "modo alerta".
“! Qué ¡ ¿Has vendido algo?" Era la frase de iniciación. Y hasta ese momento la respuesta era siempre la misma: "No". Siempre acompañada de un gesto bastante significativo: Subir los hombros mientras se torcía la boca. Y en el rostro del artista una mezcla entre tristeza y aun esperanzas. Era el primer día, y ni siquiera se había inaugurado la feria. En esos momentos, aunque yo tampoco había vendido aún, me hacía cómplice de su sentimiento, y les intentaba animar de corazón. Seguidamente hablábamos de su arte, de las técnicas usadas, de las horas invertidas en cada lienzo, en cada escultura, de los encargos... de sus talleres. Yo les hablaba de mis artistas, de sus técnicas, de cómo llegaron a exponer en DEARTE, y de mis escritos. Porque todos me preguntaban "¿Tu eres artista?" .eso en el caso de que ya habíamos hablado antes, sino directamente me preguntaban mirando las pinturas de Alfonso de la Vega "¿Tu eres el autor?". Siempre me sonrojaba, aun no sé porqué, y les contestaba que "no soy artista, como mucho escribo". Y precisamente en una de las veces que dije mi ceremonial frase, me contestaron "Yo también", era Gloria Álvarez. Desde aquel momento hablamos de arte y literatura, de poesía, y sensibilidad creativa, cada vez que teníamos un momento, o que simplemente coincidíamos en el pasillo que unía su zona con la mía, las cuales colindaban. Precisamente esta pintora de gran corazón tiene como yo un grupo en el Facebook como reunión de poetas, y al que me agregué en el momento que terminó la feria.
Después de hablar con un artista, seguía "la ronda", y al cruzarme con otro, poco a poco ambos íbamos reduciendo el paso, para a continuación iniciarse de nuevo una conversación: "!Qué¡ ¿Has vendido algo?"... Y así una y otra vez durante toda la feria. Siempre aportando un granito de arena a nuestra relación, después de parte de venta y estado anímico y de moral. Siempre repetíamos el mismo ritual. El cual se perfeccionó de tal manera que incluso lo hacíamos a distancia, con tan sólo preguntar "¿Qué?". He de decir que las veces que la respuesta era "he vendido una obra" o incluso cuando me decían "he vendido todo"... se les iluminaban la cara, y me contagiaban el optimismo. Al igual que espero que se los contagiara yo a ellos cuando les decía que había vendido alguna obra.
Así fue como conocí a varios artistas interesantes, profundizando como es natural con los que estaban más cerca de mi zona. Como fue el caso del artista japonés Mirai Kobayashi. Su estilo llamó mucho la atención en la feria, y llegó a vender vario cuadros. A mí me gustó personalmente por su elegancia, sencillez, y pureza. Lejos de lo figurativo, jugaba con los colores ocres sobre fondo blanco, y sobre los primeros corrían fórmulas matemáticas, líneas que parecían los laberintos de los circuitos, y otras formas elegantes, casi imperceptibles a veces, casi siempre de un brillante dorado. Algunas parecían simular placas de bronce sobre el lienzo, en otras jugaba con las formas aleatorias generadas por manchas de café. En este particular, me dijo en una ocasión "acércate, ¿Hueles el café?". Y sí que olía aún a café esa obra... Me encanta cómo juega entre la lógica y el caso, el orden y lo aleatorio, el arte y la ciencia. Como le dijo Alfonso de la Vega: "Aquí vemos tu parte de artista y tú parte lógica", insinuando con la mirada que ambas eran naturales en una persona de origen Japonés. Aun no sé cómo se lo tomó Mirai.
¿Existe el Tiempo? Antonio Calleja |
Ciencia y arte. Precisamente había en la parte inferior de la Feria un área dedicada a esta temática. En esta zona un artista también singular hacía doblete, pues exponía allí y en "mi" área. Por lo que tuve el honor de representarle también cuando hubo ocasión. Me refiero a Antonio Calleja, el cual se planteaba preguntas científicas sobre el tiempo y el espacio, y las respondía en sus lienzos, a través de las formas y el color. Con el propio Calleja tuve la oportunidad de hablar al día siguiente, por lo que habrá que esperar hasta la siguiente crónica para saber de qué hablamos...
Por supuesto estos artistas eran con los que hablaba cuando realizaba la "ronda" por la primera planta de la Feria, pero con los que más hablé, como es lógico, fue con Alfonso de la Vega y Casto Solano, con los que compartí muy buenos momentos, y largas e interesantes charlas. Hablábamos de lo humano y de lo divino. De arte y del futuro del arte. Y también con los simpáticos Ángela Teunissen y su marido Erik, de Ámsterdam pero afincados en Madrid, y que viven a caballo entre ambas ciudades. La obra de Ángela también llamó mucho la atención. Ella trabaja el vidrio, el cual "sopla" ella misma y le da las formas. También trabaja la piedra y el metal, y normalmente combina todos los materiales. En concreto para DEARTE trajo una colección de piezas de vidrio y plata, dos de ellas combinadas con metal, las cuales representaban emociones humanas como la perseverancia, el amor, la pasión... Ángela exponía justo enfrente que Alfonso de la Vega, por lo que estábamos todo el día juntos. Incluso la mesa situada bajo los cuadros de Alfonso, y "centro de mando" mío, tenía tarjetas y varios catálogos de la artista de los Países Bajos.
Casto Solano y José Barcia |
Alfonso de la Vega y José Barcia |
Ángela y Erik Teunissen y José Barcia |
También tuve la oportunidad de conocer más profundamente aquel muchacho que a principios de la mañana me había prestado el pincel y la pintura, y que no era ni nada más ni nada menos que el artista ganador del premio "Un Futuro DEARTE”, Toni Font. Me habló de su obra, la cual es también interesante. Consiste principalmente de sobreponer dibujos que conforman un verdadero bestiario personal del autor, un grupo de símbolos creados por él, sobre recorte de periódicos. Lo que le da doble lectura a su obra, y múltiples niveles. Me enseñó el premio recibido, aparte de tener todo el stand para él, y lo que más me llamó la atención era que el premio era personalizado. Consistía en una placa metálica con la forma de uno de sus símbolos metida en una preciosa caja recubierta de terciopelo. Y como fue ya una costumbre, de lo profesional pasamos a lo personal, y hablamos como ambos echábamos de menos a nuestros pequeños, ya que Toni al igual que yo hacía tan sólo unos meses que se había estrenado como padre. Y al igual que yo estaba lejos, más lejos pues mientras yo venía de Sevilla, el hacía lo propio de Tenerife. Así que hablamos, y nos enseñamos mutuamente las fotografía de nuestros vástagos, eso sí, ya no se lleva lo de enseñar las fotos de la cartera, sino que ambos sacamos nuestros flamantes móviles de última generación y pasamos unas 299 fotos... menos mal que ambos somos personas consecuentes, y sólo mostramos las 10 primeras.
Entre ronda y ronda, se aproximaba la hora de la inauguración, por lo que me dispuse hacer otra visita al baño, para renovar mis improvisadas vendas hechas de trozos de papel higiénico para mis maltrechos pies.
Eran las 18:30. Ya había muchas personas en la sala. La mayoría de ellas muy bien vestidas, estaba claro que estaba ante una parte de la sociedad en la que no sólo "bastaba ser la mujer del César sino también había que aparentarlo". Eso sí, de gran calor humano, lo que destrozó mis prejuicios. Muchas personas se acercaban a la que bautizaron como "la niña" de Casto Solano, una escultura hiperrealista de una niña sentada escribiendo sobre un libro. Y me preguntaban por ella, casi como si estuviera viva. Lo mismo ocurrió con la otra obra de Casto, la que igualmente los visitantes re-bautizaron como "la mujer", y de la misma forma se quedaban maravillados por el hiperrealismo, sobre todo por la "mirada de la mujer", como solían decir. Y cómo ocurría con "la niña", me preguntaban por el autor, incluso por la técnica, la cual era bronce, pero tratado con ácidos para conseguir el color de la piel, del cabello, de la ropa... lo que sorprendía a propios y a extraños. Lo mismo ocurría al acercarse a la obra de Alfonso de la Vega. Me hablaban del color, de cómo les "hipnotizaba", o sencillamente decían tras un rato callados asintiendo con la cabeza: "Es bonito". Mi profesor de literatura me decía que no usara nunca la palabra "bonito" en mis poesías, pero la verdad es que cuando me lo decían de una obra de los artistas que tanto apreciaba profesional y humanamente, me daba ilusión.
"Dragón" Alfonso de la Vega |
No recuerdo el número de veces que les hablé a los visitantes de las obras de Alfonso, en especial de "Dragón", o de "Líquenes". Al igual que cuantas veces expliqué una y otra vez, pero sin cansarme jamás, del significado de las formas de los preciosos vidrios de Ángela Teunissen. O cómo filosofaba con los visitantes ante la obra de Castilleja, hablando sobre la relatividad del tiempo, o sobre los conceptos profundos de la obra de Jesús Curiá y sus esculturas dinámicas "atrapadas"... Y como decía antes, lo que fue un verdadero punto de atracción a los visitantes: Las esculturas de "la niña" y "la mujer" de Casto Solano, sin minusvalorar su obra "Zeus", que era de pequeño formato, también en bronce, y que representaba aún torero, teniendo la peculiaridad de que tenía partes móviles, como una placa que salía de la cabeza, u otra que salía de su pene. Sí, he dicho pene, lo has leído bien. Como clara referencia al "macho ibérico" o más bien clara crítica.
Poco a poco se fue llenando las tres plantas de la exposición. Ya no veía a nadie. Comenzó la actividad frenética que ya no paró hasta las 21:00, hora del cierre. Actividad que agradecí, y que me puso las pilas, a pesar del tremendo dolor de pies. Y en un momento dado comenzó oficialmente la inauguración.
Eran las 19:00.
Acto Inaugural Javier Rojas, Elena Asins, Agustín Medina y Miguel Tugores |
Desde mi planta, la primera, había una especie de balcón a través del cual podía ver casi toda la feria, menos los stand que estaban bajo mis pies. Desde aquel lugar, ahora repleto de gente, pude ver el acto inaugural. Habían montado una plataforma sobre la cual había un atrio y los 5 protagonistas del evento. De izquierda a derecha, estaban: Javier Rojo (Presidente del Senado), Elena Asins (Ganadora del premio "Una vida DEARTE"), Agustín Medina (presidente de la Fundación DEARTE), Miguel Tugores (director de la Feria DEARTE y de la Galería Dionís Bennassar) y Toni Font (ganador del premio "Un Futuro DEARTE").
Todos tuvieron varios minutos para decir unas palabras, y luego se entregaron los premios. Las palabras que más me llamaron la atención las dijo Miguel Tugores, el hombre que me "captó", y que hablaban de la trayectoria de la feria DEARTE, y cómo apostaba por los artistas españoles, y dejaban su espacio a jóvenes promesas, que podían exponer con autores más consagrados. Dio un resumen, que aunque podría parecer "institucional", no lo era, pues luego, cuando fueron pasando los días, los visitantes que hablaban conmigo comparaban DEARTE con ARCO o con ESTAMPA, que en la mayoría de los casos venían directamente de la otra exposición, y decían exactamente lo mismo: "Prefiero DEARTE , porque ARCO se ha institucionalizado demasiado. Muestran artistas de difícil acceso, y en la mayoría de los casos siempre vienen los mismos. Es complicado que dejen espacio para los jóvenes talentos. DEARTE es más cercano, más asequible, y más accesible. Hay muy buenas e interesantes obras, más variedad." Y a pesar de que pudiera parecer que no era objetivo, no tenía más remedio que darles la razón.
Miguel Tugores, Javier Rojas, Agustín Medina "La mujer" y Casto Solano |
Pocos minutos antes de comenzar el acto, vino Casto, el cual ya había hecho migas con Alfonso de la Vega, y hablaban muy a menudo. Cuando terminó el acto, tanto Miguel Tugores como Agustín Medina le mostraron la Feria a Javier Rojo. Y precisamente uno de los primeros sitios que visitaron fue la zona de Casto Solano. Javier Rojo, el presidente del Senado, se quedó maravillado con la obra del Vitoriano Casto, en especial con "la niña". Quedándose para la posteridad una foto de "familia de Javier Rojas, Miguel Tugores, y Agustín Medina junto a la "mujer" y su creador Casto. Foto que hizo el que esta crónica escribe desde su Iphone después de conocer personalmente a tan ilustre grupo, salvo Casto y Miguel que como ya sabréis ya conocía...
Pasó el primer día, entre emociones y expectativas. Entre charlas animadas. Algunas profundas, otras superficiales del momento. Miradas buscadoras de complicidad entre comisarios y artistas. Rondas por toda la primera planta. Atendiendo a las preguntas de los visitantes. Profundizando en mi amistad con Alfonso y con Casto. Hablando de arte, arte, arte... disfrutando cada momento. Siempre en la expectativa. Siempre alerta. Pero también con el susodicho dolor de pies, y mis maldiciones por la falta de previsión. Mis visitas al baño furtivas. La comida animada con los compañeros. Aunque no se vendió nada. Esa emoción se reservaría para el día siguiente, que fue como cuando los niños de San Ildefonso "cantan" el premio. Nervios, emoción, gente corriendo... pero eso es otra historia, que contaré en otro momento...
Llegó las 21:00. Me fui cojeando hacía mi hostal. Cuesta arriba. Lo que normalmente hacía en 15 minutos, tardé 45 dolorosos minutos. A mitad de camino pensé en quitarme los zapatos, pero por no sentir el roce otra vez, decidí seguir: "Camina o revienta", me decía como la consabida película de Imanol Arias sobre el criminal "El Lute". Y camine, y caminé. Hasta llegar al hostal. Como el que llega al salvavidas que se le tira desde un barco mientras que estás a la deriva. Me quité los zapatos, me eché en la cama, suspiré, y dije: "Me ha encantado este día".
nota: Las fotografías han sido tomadas de la Web de DEARTE, el Facebook de Frank Palacios, la web de Antonio Calleja y mías personales.
Impresionante cronica. Me ha transportado a la exposicion como si yo hbiese estado alli mismo hace un par d meses.
ResponderEliminarMe ha guatado mucho las delicadas y scogidas palabras q depositas en el escrito a cada uno de los diferentes artistas, los describes a ellos y a sus obras con pocas palabras pero rebosantes de informacion.
Seguiremos impacientes la continuacion.
Eres magico con tus palabras, con tus descripciones y con tu narrativa.
Un beso.
Gracias Helena. Siempre intento "llevar" a los que me leen, allí donde he estado (tanto física como animicamente). Y si por tus palabras lo he conseguido contigo, puedo sentirme por satisfecho.
ResponderEliminarUn beso.